...y he aquí que una buena mañana, después de una noche de preciosos sueños y delicadas pesadillas, el poeta se levanta y grita a la madre Natura:
¡Non serviam!
Con toda la fuerza de sus pulmones, un eco traductor y optimista repite en las lejanías:
¡No te serviré!
Ese non serviam quedó grabado en una mañana de la historia del mundo. No era un grito caprichoso, no era un acto de rebeldía superficial. Era el resultado de toda una evolución, la suma de múltiples experiencias.
El poeta, en plena conciencia de su pasado y de su futuro, lanzaba al mundo la declaración de su independencia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario